6.11.05

[ÁLBUM]

A pesar de -quizá, en parte, a causa de- la proliferación de la venta y el intercambio de canciones por internet, yo sigo creyendo en el álbum, en la obra conceptual, en el disco redondo.
Mucha gente alega que en un álbum siempre hay canciones 'de relleno'. No niego que esto ocurra, pero puedo presumir de que en mi discoteca abundan discos que no sufren de ello. Además, es una cuestión de gustos, y la canción que a uno le parece que sobra, quizá sea la favorita de otro. Pienso, por tanto, que se trata de educación musical y de mentalidades abiertas.
Durante el proceso de composición, cada canción se va configurando de forma independiente, con una 'tonalidad' precisa. Pero la idea, por mi parte, es que el resultado final de la obra completa muestre un espectro rico y claro, un arco-iris musical con su principio, su final y sus tonalidades intermedias bien diferenciados; que el todo prevalezca sobre las partes; que el álbum sea un conjunto de canciones inseparables, arropadas por un diseño acorde a ellas.
Estos días, asuntos como la portada, el interior y el título están creando un vínculo muy estrecho con las canciones y el orden de éstas en el álbum.